La ex presidenta fue imputada por asociación ilícita. A su vez, el juez le impuso un embargo por 130 millones de pesos y la prohibición para salir del país.
El juez federal Claudio Bonadio dictaminó el procesamiento de la ex presidenta Cristina Kirchner y de su hijos Máximo y Florencia en la causa Los Sauces. Junto con la medida, también le impuso un embargo de 130 millones de pesos. Los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López también fueron procesados.
La hipótesis central de la causa es que los Kirchner alquilaban propiedades en Santa Cruz y Buenos Aires y los alquileres no eran reales, sino coimas por adjudicaciones de obra pública, pozos petroleros o licencias de juego.
Según el expediente, Los Sauces facturó entre los años 2009 y 2016 alrededor de 30 millones de pesos, que descontado el IVA pagado a la AFIP, fueron 24 millones de pesos.
Sin embargo, la cifra no concuerda con la realidad; sólo Báez obtuvo licitaciones por más de 20 mil millones de pesos. Desestimando que el dinero facturado por Los Sauces pudo haber sido por cobra de coimas.
Mucho se habla de la persecución judicial que recibe el gobierno anterior, y especialmente del juez Bonadio ante la ex presidenta.
Bonadio tomó la medida casi un mes después de haberle tomado indagatoria a Cirstina Fernández, y de haber puesto en marcha un operativo para reunir más evidencias tras haber presentado un expediente falto de pruebas.
Los Sauces está atada a la causa Hotesur, de la que Bonadio fue apartado por irregularidades, tales como citar a testigos sin informar a la defensa, tener confiscado el expediente y realizar pericias sin informar a la parte acusada.
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